martes, 14 de mayo de 2013

Despertar a las conciencias

Una crítica que circula alrededor del 15M es la falta de líderes o de institucionalización del movimiento, ¡el 15M ha fracasado porque carece de líderes, porque se ha difuminado, porque no ha tomado cuerpo, porque no se ha definido! Aquellos primeros representantes, la primera línea del movimiento en Sol, que se quedaron ahí, en aquel mayo de 2011, se han apartado de la vanguardia contestataria y ahora se indignan alejados de lo público, más en casa que en otro sitio.

Esta imagen del movimiento, esa situación del 15M es reflejada por cualquier medio de comunicación con carácter negativo. El movimiento que pudo llegar a ser algo y se difuminó, el arranque de algo que no ha llegado. ¿Por qué? Yo quiero verlo de otra forma. 

El 15M fue una toma de conciencia colectiva de los fallos de nuestra organización social, de nuestra política, de los procedimientos de distribución de la riqueza, de los planes de futuro sociales e individuales. Justo la individualidad fue el motor de la indignación. Jóvenes recién salidos o a punto de salir de la Universidad u otras instituciones de educación fueron un primer motor que accionó otros sectores sociales. Ahora bien, su mayor logro, su consecuencia radical y más positiva es la concienciación. El gran aporte es la creación de un espíritu e ideario indefinido. Ahí se queda el 15M, en Sol y en el año 2011. Pero reconociéndole ese gran logro, la voluntad de concienciación, para analizar nuestra sociedad, ver fallos en su estructura, pedir cambios.

miércoles, 8 de mayo de 2013

De la mano

Podremos cercar Andalucía con todos los amigos que veré irse, con todos los conocidos que se han ido, con todos los nacidos en los ochenta que se van.

Diplomadas en Turismo que cuidan a ingleses recién nacidos (éstos no perderán el día en que se les enseñe a beber té mientras recuerdan la institutriz española que tuvieron), diplomados en Fisioterapia que acuden a Francia y realizan programas de rehabilitación a franceses cuyos sueldos mínimos triplican el que tenía mi tía antes de que la despidieran de la carnicería. Graduados en Filología Hispánica que corren a Alemania para recordar nada más pisar tierra las noches de tapeo y alegría durante la carrera; el fin de la misma, certificado en el título. Estos hispanistas, fisioterapeutas, guías de turismo, serán nostalgia maquillada de cosmopolitismo. Serán ceniza de la madera que pudo crecer en Córdoba, Almería o Granada.

Serán quienes de la mano podrían cercar Andalucía toda. Con los pies sobre la arena de las playas de San José, La Herradura, la Malagueta, la Caleta, Doñada y sobre los límites con Portugal, Extremadura, Castilla y Murcia.

Seremos allí, porque aquí no podemos ser.