martes, 19 de febrero de 2013

La Ciencia antes de la ciencia

Existe la ciencia literaria, así como existen científicos en Literatura. Pero, desde luego, sus métodos nada tienen que ver con los de la ciencia positiva y técnica, que pegó el empujón con el positivismo decimonónico, la racionalidad dieciochesca y la revolución científica barroca. Son métodos con la palabra libertad, con la palabra amor, con la palabra diálogo.

Esa ciencia literaria, ciencia por conocimiento, por saber añejo, se remonta a Zenódoto de Éfeso. Quizás no tanto ciencia literaria como Filología. Y hablando de Zenódoto de Éfeso, hablamos de una vasta tradición, incluso anterior. 

Las letras, las Humanidades, llevan haciendo Ciencia desde el siglo III a.C. si no más. Es una expresión, la de hacer ciencia, y una familia de términos, ciencia, científico... que nos han extirpado y ya no nos permiten utilizar. Quisimos retomar haciendo nuestro no el término con nuestro savoir-faire, sino con la propia metodología positivista y el método científico, perdiendo mucha de nuestra esencia, que hay que volver a recuperar. 

Esto pienso yo esta noche, después de escuchar a un hombre humano volver como profesor a una clase de Literatura. Volvió con el aula a reventar, con alumnos que no sabían quién era, con alumnos que lo sabían a medias, que habían oído rumores de poeta y exilio auto impuesto, quizás ni eso. Pero había vuelto Luis García Montero.

lunes, 11 de febrero de 2013

¿Qué te pasó, Ratzinger?

Se ha retirado ahora,
reiterando su talla ante
(es profesor e intelectual)
un breve público, y una
señora que escucha latín.

"Sólo soy un profesor,
un académico endémico
en este nido de cuervos.

Ahora no, no me culpen
de organizar en aquel día
lejano, la reprimenda
a Cardenal. Me cansé.

Me acerco a los noventa ya,
y quiero seguir leyendo
y formándome, que aquí
hay una batalla constante
que no me deja pensar.

Organizar un papado
no tuvo nada que ver
con el poder de este trono
olvidado de San Pedro.

Hoy me considero oveja
(aunque no lo fuera ayer)
en la manada de lobos.

Deseo descansar.
Disculpen.
Adiós."

domingo, 10 de febrero de 2013

Castigo

Te voy a sentar en una silla de enea. Y tiraré todo el tiempo que haga falta en repetirte tus errores, tus fallos, tus cabronadas. A ti mismo te tiraré, con el firme deseo de verte reventar de puro remordimiento. No quiero perderme ninguna parte: la sorpresa del principio, el momento en que entiendes de qué va esto, y lo niegas todo, cargado de hipocresía todo tú. La rabia que te contamina por dentro, escuchando verdades como puños que te golpean constantes, una gotera que te enciende paciente. El deseo de terminar, qué quieres de mi, qué puedo hacer, por qué esto (ese momento lo viviré intensamente, para destrozar las esperanzas que te florezcan del pecho por terminar tu castigo). La tristeza de tu situación, las lágrimas que derramarás, cada palabra que te perfore más que nunca tu interior; será un momento cumbre, porque conseguiré que tú mismo acompañes mis puñales con tu propia lengua, y un coro a dos voces ensangrentadas contra una misma presa clamará. Y con la última parte dudo, ojala fuera el espléndido momento de verte reventar roto totalmente de amargura de pensarte tanto, y que no sea verte escuchar una letanía que pierde fuelle porque te has endurecido y ya no te duele como antes. No importará eso. O revientas de puro remordimiento o explotarás de sed, de inanición, de puro ridículo al verte languidecer en una silla de enea.

Te voy a sentar en una silla de enea, febrero maldito y chupóptero cargado de exámenes que me quitan tiempo para leer, para escribir, para saborearme. Vas a odiarte tanto, por estar de exámenes, por no estar de carnavales, que me vas a dar la razón. Y en ese momento, te daré las gracias. Te terminaré. No estarás invitado a mi primero de marzo, fiesta de renacimiento.

sábado, 9 de febrero de 2013

Poetas de Cádiz

¿Qué tendrán esas personas que deciden juntarse para crear una comparsa o una chirigota? Esa gente, ha mamado una tradición añeja o se ha involucrado en ese mundo con gran interés. Ambas quizás en muchos casos. Aún así, ¿qué tendrán? Cuando los ves y los comprendes, su actuación te reverbera por dentro. Y sonríes, o te quedas esperando un tanto más.

Y son críticos. Ácidos, serios, bromistas e irónicos. Cada cual tiene su estilo, y todos se mojan. todos se dan golpes en el pecho. No son los carnavales de Andalucía, ¡son los de Cádiz! Cada vez que oigo alabanzas a la "tacita de plata" y a la Caleta, se me antoja cualquier andaluz decir lo mismo de lo propio.

Claro que, cualquier andaluz ensalza Andalucía fuera de ella. Pero dentro, el orgullo es por su tierra.

jueves, 7 de febrero de 2013

Té verde durante el día

Bárcenas estará dándole las gracias a su amigo Trías ahora mismo. La población exige sacrificios, y preparan altares, y afilan los cuchillos ceremoniales frente a las sedes del Partido Popular. Otros escuchan, observan y callan. Quizá alucinan, quizá se encogen los hombros. Sobre estos últimos, alguna vez leí que son los más peligrosos, se les obliga ser partícipes cuando quieren ser ajenos.

En el mismo instante en que habla Dolores de Cospedal, replica Alfredo Pérez Rubalcaba, aparece correctísima Esperanza Aguirre y se nota la ausencia de otras voces (tónica general), me preparo un té. Me gusta que tenga sus tiempos y sus protocolos: la temperatura del agua y el tiempo de infusión son claves; me gusta respetarlos. Preparar la bebida te detiene, y hasta que no vuelves a sentarte en el escritorio con la taza caliente, no te das cuenta que tu mundo se ha centrado en convertir el agua en un líquido dorado verdoso.