martes, 14 de mayo de 2013

Despertar a las conciencias

Una crítica que circula alrededor del 15M es la falta de líderes o de institucionalización del movimiento, ¡el 15M ha fracasado porque carece de líderes, porque se ha difuminado, porque no ha tomado cuerpo, porque no se ha definido! Aquellos primeros representantes, la primera línea del movimiento en Sol, que se quedaron ahí, en aquel mayo de 2011, se han apartado de la vanguardia contestataria y ahora se indignan alejados de lo público, más en casa que en otro sitio.

Esta imagen del movimiento, esa situación del 15M es reflejada por cualquier medio de comunicación con carácter negativo. El movimiento que pudo llegar a ser algo y se difuminó, el arranque de algo que no ha llegado. ¿Por qué? Yo quiero verlo de otra forma. 

El 15M fue una toma de conciencia colectiva de los fallos de nuestra organización social, de nuestra política, de los procedimientos de distribución de la riqueza, de los planes de futuro sociales e individuales. Justo la individualidad fue el motor de la indignación. Jóvenes recién salidos o a punto de salir de la Universidad u otras instituciones de educación fueron un primer motor que accionó otros sectores sociales. Ahora bien, su mayor logro, su consecuencia radical y más positiva es la concienciación. El gran aporte es la creación de un espíritu e ideario indefinido. Ahí se queda el 15M, en Sol y en el año 2011. Pero reconociéndole ese gran logro, la voluntad de concienciación, para analizar nuestra sociedad, ver fallos en su estructura, pedir cambios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes que terminar los textos que empiezas.

Anónimo dijo...

El primer error del 15M fue negar que eran un movimiento de izquierdas.